Estados Unidos es una gigantesca empresa criminal, y desenmarañarla es una de las principales razones de ser del cine de Martin Scorsese. Sería idóneo proyectar Los asesinos de la luna' en una única -y maratoniana- sesión junto a otros títulos de su filmografía como Uno de los nuestros' (1990), Gangs of New York' (2002), El lobo de Wall Street' (2013) y El irlandés' (2019) porque como todos ellos es un estudio tremendamente ambicioso, y tan siniestro como fascinante, de cómo los hombres poderosos usan la violencia para reorganizar las estructuras económicas y sociales de aquel país en su propio beneficio, y en el proceso permanecen ajenos a las terribles consecuencias de sus actos.