"No es en absoluto una historia de brujas", recalca Jaime Martín sobre su nuevo cómic, tan sombrío y tenebroso como augura su título, Un oscuro manto', un relato ambientado a finales del XIX en un remoto pueblo del Pirineo catalán frecuentado por lobos y que se enfrenta a un brote de rabia. Lo coprotagoniza Mara, una anciana trementinaire', aquellas sanadoras que desde tiempos inmemoriales fabricaban remedios medicinales naturales y sabían usar los venenos, mujeres que en los años de la Inquisición habían sido especialmente perseguidas acusadas de brujería. Un día, en el bosque, encuentra a una misteriosa joven desfallecida que huye de la Guardia Civil.