En julio de 2023, a solo cuatro meses de su ejecución a manos del estado de Ohio, Keith LaMar, condenado a muerte, recibió una noticia que cambió su vida: la ejecución se aplazaba hasta enero de 2027. Dispone de tres años más para demostrar su inocencia. Fue juzgado y condenado por el asesinato de cinco personas durante un motín que tuvo lugar en 1993 en una cárcel de los Estados Unidos en la que cumplía condena por otro asesinato.