La exposición 'La Ocaña' aspira a enmendar una situación que escocía a José Pérez Ocaña y que se mantiene en la actualidad: la preponderancia absoluta del personaje sobre su obra plástica. "El mundo del arte le falló, no supo entender su potencia -dice Pedro G. Romero, comisario de la muestra-. Su trabajo fue y sigue siendo víctima de una mirada paternalista, como si fuera un fenómeno folclórico".