Hacer rock and roll en tiempos de Franco era una quimera. Ante la escasez de apertura cultural, la falta de dinero y la ausencia de libertades, sacar adelante un grupo yeyé, era ir contracorriente. Y en la Barcelona de 1960, Leslie y otros adolescentes empezaron a trazar su sueño, ese que en 1965 tuvo dos hits (La escoba y Que se mueran los feos) que les llevó a ser invitados para el concierto de los Beatles en la Plaza de Toros barcelonesa. Lo cuenta como nadie, su cantante, Leslie, que atiende a EL CORREO GALLEGO.