Después de casar su cante limpio y profundo con la electrónica de Bronquio en Tercer cielo', Rocío Márquez se va a otro extremo, aventurera de naturaleza como es, en Himno vertical' un álbum en el que hay flamenco y hay exploración, y severidad y juego, acudiendo al formato crudo de la voz y la guitarra. En directo cobra otra dimensión al integrar con inventiva unos pocos elementos escénicos: una tela que es fondo y pieza bajo la que esconderte, una silla de patio andaluz, la oscuridad radical, el cuerpo en tensión, levitando, arrastrándose, dramatizando en una pieza de arte integral.