Unas cuarenta personas, cómodamente instaladas en la edad de jubilación casi todas, esperaban esta mañana la apertura de la capilla ardiente de Manuel de la Calva en la sede de la Sociedad General de Autores, en Madrid. El sentir era común en una cola donde soplaba fuerte el aire de los abanicos y se respiraba la emoción por la despedida de un artista muy querido: la mayoría decían, preguntados por la prensa, que las canciones del Dúo Dinámico, la formación de la que Manolo' formó parte durante más de seis décadas, les habían acompañado toda la vida.