Ah, la mugre y la furia. Lo primero se perdió hace eones a orillas del Támesis y de lo segundo poco queda tras décadas de idas y venidas, cambios de formación y reuniones estrictamente pecuniarias, pero si algo conservan los Sex Pistols, emblema punk con medio siglo de vida a sus espaldas y un pasado de lucrativos escándalos minuciosamente calculados, es cierta aura de banda legendaria y un poder de convocatoria a prueba de esencialistas quisquillosos.